Desde sus inicios el ajedrez
ha sido modelo estratégico para la comprensión de acontecimientos de la vida
real, por ejemplo, las guerras, la geopolítica, los tratados comerciales, los
requerimientos amorosos, las confrontaciones políticas, etcétera. Esto, porque sus
principios expresan de una manera nítida y simplificada las características
esenciales de la actividad humana. En la Teoría
de los juegos, las decisiones de los jugadores (o negociadores) representan
actos; la función de utilidad, el hecho de que cada individuo persigue ciertos
objetivos; su experiencia, conocimientos e información disponible le sirven
para representarse mentalmente el modelo del medio humano, institucional u otro
cualquiera, con el cual debe interactuar.
En octubre del año
1994, la Real Academia de Ciencias de Suecia otorgó el premio Nabel de economía
a los especialistas Reinhard Selten, John Nash y John Harsányi, por su análisis
del equilibrio en la Teoría de los
juegos, orientado a comprender los fenómenos económicos. Las bases de esta
teoría fueron el ajedrez y otros juegos. Once años después, en octubre del
2005, el estudio y profundización de dicha teoría motivó nuevamente el
otorgamiento del premio Nobel de economía, esta vez al matemático Robert Aumann
y al economista Thomas Schelling, por sus aportaciones al análisis de
estrategias en situaciones de conflicto y las ventajas de la cooperación en vez
de la confrontación en competencias a largo plazo.
Entre los principios
de la Teoría de los juegos destacan:
la ganancia de un jugador es igual a la pérdida de su adversario, lo que es
evidente en el ajedrez. Si los actores del juego son racionales con un
conocimiento completo de la estructura del juego, el resultado debe ser previsible
si los procedimientos y la estrategia son similares. A partir de ello, estudia
los comportamientos tácticos y estratégicos de los contendientes. También
considera las amenazas. El economista Thomas Schelling analizó la carrera
armamentista durante la llamada guerra fría y mostró cómo ocurren situaciones
en que la capacidad de ejercer represalias resulta más eficaz para intimidar al
contrario, que la posibilidad de resistir un ataque. Incluso probó que una amenaza
imprecisa es más eficaz y más creíble, que una amenaza concreta y, a partir de
ello, amplió sus conclusiones a otros campos, como las estrategias competitivas
de las empresas y de los países. Como todo ajedrecista sabe, en su tiempo el
maestro de ajedrez Aaron Nimzovitch (1886- 1935), autor del libro, Mi sistema, ya había establecido que ante
el tablero, “la amenaza es más fuerte que la ejecución.”
Ejemplo de la
importancia y utilidad de la Teoría de
los juegos, es su aplicación en las negociaciones del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte, TLCAN, entre México, Estados Unidos y Canadá. En
síntesis, el acuerdo consistente en un conjunto de normas que regulan de manera
preferencial el intercambio comercial de bienes, servicios e inversiones entre
los tres países. Como tratado comercial, puede ser explicado por la Teoría de los juegos a partir de tres
elementos básicos: 1.- Los jugadores; 2.- Los medios y estrategias que tiene a
su disposición cada jugador; 3.- La utilidad o beneficios que obtiene cada
quien gracias a la liberación de aranceles, negocios, intercambios y
combinaciones posibles.
En la Teoría de los juegos no sólo interviene
el factor competencia, sino que también la cooperación. El matemático Robert
Aumann es pionero en el análisis de los llamados, juegos de repetición
infinita, en el que explica en qué condiciones resulta fructífera la
cooperación entre personas, empresas o países.
De acuerdo con el
historiador Johan Huizinga, en su libro Homo
Ludens, “El juego es una lucha y una representación de algo… la pista, el
tablero de ajedrez y el campo de tenis no se diferencian formalmente del
templo, de los ritos que se repiten ni del círculo mágico… La cultura nace del
juego, a partir de éste la humanidad expresa su interpretación de la vida y del
mundo.” La práctica del ajedrez, sus normas, sus principios y sus valores, así
como la Teoría de los juegos, así lo
demuestran. Esta es otra razón para incorporar el ajedrez a los programas de
enseñanza en todos los niveles. Usted juega, aunque, en este caso, tendría que
ser la SEP, pero… ni hablar.