En la escuela el ajedrez resulta un instrumento incomparable
para trabajar en lo que los maestros llaman “aprender a aprender”,
desarrollando aptitudes y talento para el auto-aprendizaje a partir del
desarrollo de las siguientes habilidades:
- Control
de la atención y la concentración (auto-disciplina).
- Aplicación
de un razonamiento lógico en combinación con la intuición y la imaginación.
- Discriminar
la información seleccionando lo esencial y necesario para la solución de un
problema.
- Organización
y conocimiento del pensamiento propio para la solución de los problemas
(meta-cognición).
- Toma de
decisiones en situaciones complejas y variables.
En síntesis, el ajedrez promueve excelentemente el logro de
la independencia cognoscitiva, que se manifiesta en una adecuada representación
del problema y en un proceso mental activo en la búsqueda de las soluciones y
en su comprobación.
|