¿POR
QUÉ ES CONVENIENTE QUE EL AJEDREZ ESTÉ EN LAS ESCUELAS? ¿QUÉ
BENEFICIOS ACARREA AL ALUMNADO LA PRÁCTICA DE AJEDREZ? ¿Qué puede aportar
el ajedrez a las escuelas? ¿Por qué se incluye frecuentemente como actividad
recomendable para los estudiantes? Son preguntas contestadas hace ya mucho
tiempo, sobre las que se ha alcanzado un amplio consenso debido a las múltiples
investigaciones y experiencias llevadas a cabo relacionadas con el ajedrez con
el fin de comprobar capacidades, habilidades y valores de diferentes tipos que
el ajedrez fomenta en aquellas personas que lo practican. Podemos
contestar a estas y otras preguntas relacionadas con el tema del ajedrez como
herramienta educativa comentando algunas de las aportaciones que el ajedrez
genera en quienes lo practican. ·
Aumenta la
capacidad de observación: la observación es una
herramienta clave para armar una táctica de ajedrez.
No sólo se debe observar las piezas de su adversario sino las propias, analizando
objetivamente y de forma realista. Durante la observación el alumno no debe
hacer planes, debe limitarse solamente a analizar los pros y los contras de
cada pieza, resaltando las posibilidades y limitaciones de cada una. Muchas
veces podemos descubrir opciones a favor que por lo general pasarían
desapercibidas. ·
Fomenta el
compañerismo: es
un valor que tiene para mí una gran importancia porque para la buena
convivencia en todos los ámbitos de la vida es necesario ser buena persona,
llevarte bien con tus compañeros, ayudarles en lo necesario y no ser egoísta. El
ajedrez competitivo no debe estar en las escuelas; por eso, hago muchos
ejercicios en el que tienen que jugar por equipos. Pequeños torneos, durante la
hora de recreo y siempre voluntario donde se mezclaban alumnos de todos los
cursos, para que los más pequeños aprendiesen de los mayores y en que la
puntuación que consiga es positiva tanto para ti como para la suma con tus
compañeros. También solía hacer ejercicios por parejas en el que tienen que
ponerse de acuerdo para decidir cuál es la respuesta correcta, todo siempre con
buenos modales. ·
Fomenta la
capacidad de concentración: una de las causas más
frecuentes con las que se relaciona el fracaso escolar es la falta de atención
y de concentración de los estudiantes, una capacidad que se puede fomentar
fácilmente con la práctica del ajedrez, ya que requiere por parte del jugador un
alto grado de concentración y observación para poder desarrollar la partida
adecuadamente. Tanto la atención como la concentración son unas de las
capacidades que más rápidamente desarrolla el ajedrez en quienes lo practican. ·
Favorece
el control emocional: durante
el desarrollo de una partida de ajedrez se requiere de un alto grado de control
emocional. Un jugador de ajedrez no se puede dejar llevar por la ira o la
frustración ante una mala jugada, pues podría no recuperarse y perder la
partida. Ante una mala jugada propia el ajedrecista debe actuar de forma fría y
calculadora para que su oponente no lo perciba y definir una nueva estrategia
para sobreponerse al error. No debe estar continuamente recordándose por qué
hizo esa mala jugada, eso es ya pasado; tiempo tendrá después de analizarla y
comprobar por qué jugó así, ahora debe pensar en el presente. El ajedrez permite al niño aprender a controlar sus
sentimientos de frustración ante la derrota y convertirlos en energía positiva
para enfrentar el próximo reto superando los errores cometidos. · Favorece la creatividad: se puede definir la creatividad como la habilidad de ver
las cosas bajo una nueva perspectiva e inventar luego soluciones nuevas,
originales y eficaces. La creatividad es una actitud que todos las personas
poseemos, más o menos desarrolladas para producir ideas y soluciones nuevas.
Desde que nace el ser humano tiene la capacidad de crear. Tanto la imaginación como la creatividad son
aptitudes que existen desde que nacemos; pero para formar una personalidad
creativa e imaginativa es necesario poner al alcance de los niños los medios e
instrumentos necesarios para su desarrollo. La pedagogía actual considera al
niño como creador. Ahora se tiene más en cuenta la importancia del mundo
interno del niño, sus sentimientos, pensamientos y la forma de expresarlos. El
contenido interno del individuo es muy rico, no sólo sabe cosas sino que las
siente, lo que le hace capaz de expresarse y, por lo tanto crear. Desde la
escuela podemos fomentar la creatividad estimulando en los alumnos la
imaginación, la fantasía y la curiosidad. La práctica de ajedrez favorece la
creatividad.
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